Cada ciudad que tiene su origen en el pasado distante tiene leyendas relacionadas con su fundación. Kenigsberg apareció sin ninguna leyenda como resultado de una cruzada. La ciudad fue fundada en 1255 "en honor a Cristo, y para hoteles en Kaliningrado, protección de los cristianos recién convertidos".

Poco ha quedado desde esa época antigua; durante los siglos las ciudades medievales fueron reconstruidas muchas veces. Kenigsberg experimentó el gran aumento en los siglos 17-20. El actual Kaliningrado combina las características de una ciudad rusa y europea contemporánea de una manera maravillosa. Las historias alemana y rusa se entrelazaron aquí y dieron una nueva forma a la ciudad. La enorme catedral de Kenigsberg, construida en 1333, se considera un símbolo de la ciudad. Ahora las campanas de la catedral tocan la melodía inicial de la Quinta Sinfonía de Ludwig van Beethoven cada hora. Cerca de la catedral se encuentra la tumba de Immanuel Kant, considerado uno de los tres filósofos más importantes, junto con Platón y Aristóteles. La parroquia de San Judith que ahora se llama San Nicolas también vale la pena visitar, es la iglesia más antigua de la península de Zamlandsky. Entre los lugares más populares se encuentra el museo de ámbar más grande ubicado en la Torre "Der-Don".